martes, 28 de enero de 2020

Hotspot

Hotspot
Pet Shop Boys


Escribir esta crítica me ha costado más trabajo de lo habitual. Cada lanzamiento de Pet Shop Boys se vuelve un acontecimiento en mi vida. Sin lugar a dudas, son de mis bandas favoritas desde que tengo memoria. Asistir a sus conciertos es un festival lleno de energía y buena vibra. Tengo muchos recuerdos gratificantes gracias a ellos. Sin embargo, tengo que admitir que desde hace tiempo siento que han perdido el toque.

Después de un notable Electric y el indiferente Super, Hotspot es el último álbum de la trilogía en colaboración con Stuart Price. Los ánimos no venían muy alentados al habernos entregado un prescindible EP el año pasado, así que no esperaba mucho de esta nueva producción. Y así, sin ninguna esperanza puesta en él, fue que no logró decepcionarme... tanto.

El álbum es una inconsistencia por sí mismo. Los singles ya lanzados son bastante flojos, e incluso me molesta que un b side sea mejor que todo el álbum completo.

La decepción inicia al no encontrar temas a la altura de Axis ni Inner Sanctum. Dreamland se queda en tu cabeza por un par de minutos, pero ni siquiera tiene el nivel de catchiness de The Pop Kids. Burning the heather es bonita... y ya. Monkey business es, digan lo que digan, horrenda.

Me he dado cuenta de que no fui el único que esperaba una gran apertura con Will-o-the-wisp, y sin embargo, me da la impresión de que empecé a escuchar un álbum a medias, seguido por el bajón de You are the one. Happy people es, por mucho, la mejor canción del álbum con su letra proporcionalmente inversa a los beats que presenta. Only the dark es otra canción bastante melosa, pero que al final funciona. Hoping for a miracle y I don't wanna son meros fillers que nada aportan a la progresión del álbum. Wedding in Berlin es, de facto, la peor canción que han hecho en muchos años. ¿Quién ganaría un round entre Winner y esta? El sampleo inútil, en aras de querer hacer la canción más divertida, y la letra simplona y tonta, de inmediato me hacen pensar en un inevitable "Ok boomer".

Curiosamente, el álbum ha dividido también al fandom (y a otros no tan fans) como lo hiciera Elysium en su momento. La estructura me recuerda también, en cierta forma, a Yes pero con una calidad menor. También me gustaría mencionar, que es el álbum con menor duración desde Please y que, sorpresivamente, no se hace pesado de escuchar en una sola sesión.

Tristemente, he(mos) tenido que esperar 4 años para un álbum irrelevante en la ya memorable discografía de estos señores. Inútil sería añorar los álbumes lanzados en los 80s, puesto que ellos son mucho más que eso, pero también sabemos que son capaces de lograr obras maestras como lo fueron Fundamental y Electric. Lo que sí, es que actualmente se encuentran a punto de alcanzar el #1 en el UK Chart, el primero en 27 años, algo que no lograron con álbumes mejor producidos, con mejores letras y mejor logrados.

Calificación PLAY:

6.5 / 10



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