Título original: Sleeping beauty | Título en
Latinoamérica: La bella durmiente | Dirección:
Clyde Geronimi, Eric Larson, Wolfgang Reitherman, Les Clark | Producción: Walt Disney | Guion: Erdman Penner, Milt Banta,
Winston Hibler, Bill Peet, Joe Rinaldi, Ted Sears, Ralph Wright | Música: Tchaikovsky, George Bruns | Estudio: Walt Disney Productions | Estreno: 29/ene/1959 | Género: Animación, musical, romance,
fantasía | Protagonistas: Mary Costa,
Bill Shirley, Eleanor Audley, Verna Felton, Barbara Luddy, Barbara Jo Allen, Taylor
Holmes, Bill Thompson
Basada en el cuento de Charles
Perrault, La bella durmiente nos narra la historia de la joven princesa Aurora,
que es maldecida por la malvada Maléfica (nomas porque sí, porque no la
invitaron a un bautizo) a pincharse un dedo con el huso de una rueca en su
cumpleaños número 16 y, así, estar condenada a dormir hasta que reciba un beso
de amor verdadero.
Confieso que desde niño he
amado esta película, la animación siempre me ha parecido espectacular y la
música, adaptada directamente del ballet de Tchaikovsky, no se queda atrás. De
hecho, el usar esa musicalización fue un gran acierto (y me hace desear que
Disney ojalá hubiera adaptado El lago de los cisnes con un tratamiento igual) y
nos regala momentos musicalmente mágicos como cuando las hadas se preparan para
el cumpleaños de la princesa, o cuando están durmiendo a todo el reino, incluso
las escenas de Aurora y Felipe en el bosque se han vuelto clásicas y, siento,
que es gracias a la canción “Once upon a dream/Eres tú el príncipe azul”.
Otro acierto por parte de
Disney, fue dotar a las hadas de nombre y personalidad propia (tal y como
hiciera con los enanos de Blancanieves), así en lugar de trece hadas (si no mal
recuerdo del cuento original), tenemos solo 3 que conviven y pelean como si fueran
hermanas, en especial Flora y Primavera, teniendo a Fauna como mediadora. Y
finalmente tenemos al villano de villanos, el hada malvada Maléfica, una mujer
que es mala nomas porque sí, una mujer que representa al mal encarnado, alguien
a quien Disney se ha encargado de poner como la reina suprema de los villanos
(esto se puede ver principalmente en los especiales de Halloween y en el
videojuego de Kingdom Hearts). Fuera de los protagonistas y las cuatro hadas,
los personajes no aportan realmente nada a la historia, llegando a resultar
realmente irrelevantes como es el caso de la reina Leah (la madre de Aurora),
que solo está ahí por estar. Los escenarios también están bastante bien hechos,
desde el diseño del castillo, el bosque y la guarida de Maléfica, todos con diseños
muy medievales, además de que es la única película de Disney que puede presumir
árboles cuadrados.
Entre las curiosidades de esta
película podemos decir que utiliza escenas descartadas de las anteriores
películas de princesas de Disney, como cuando Maléfica captura al príncipe
Felipe y éste escapa del calabozo (originalmente pensada para el príncipe
Ferdinand de Blancanieves, se eliminó porque los animadores tenían dificultades
animando figuras masculinas que lucieran “reales”), y la escena final del baile
sobre nubes entre Aurora y Felipe (originalmente pensada como un sueño de
Cenicienta y el príncipe Encantador, eliminada por alentar la trama).
Si tuviera que decir algo malo
al respecto de esta película, sería algo ligeramente ajeno a la película en sí,
y es el redoblaje mexicano. Hace ya muchos años, Disney no quiso pagarle
regalías de las ediciones caseras a las actrices mexicanas que hicieron las
voces en español de varias de sus películas (Blancanieves, Cenicienta, La bella
durmiente y La dama y el vagabundo son las que recuerdo), y para evitar las
demandas interpuestas por esas mujeres, Disney México optó por hacer un nuevo
doblaje, mucho más barato y de menor calidad que el trabajo realizado
anteriormente, lo que ocasionó que películas como Cenicienta y La bella
durmiente perdieran las letras originales de sus canciones y las voces que todo
el mundo conocía, y en esta película es especialmente notorio en la voz de
Maléfica, cuyo nivel actoral de la actriz de doblaje no logra transmitir la
maldad de la voz original y se queda muy por debajo de, incluso, la madrastra
de Cenicienta (lo cual ya es mucho decir).
En definitiva, ¿la
recomendaría? Sí, sí y sí. Es una película bellísima, la animación es muy
buena, la música también y la historia tiene un muy buen balance entre acción,
romance, comedia y canciones, lo único que recomendaría es que, si conocieron
el doblaje original, véanla en su idioma original (o en algún otro), así se
evitarán corajes por lo malo de las “nuevas” voces en español latino.
Calificación PLAY: 9.0/10
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